sábado, 25 de febrero de 2012

Chelsea: Mi barrio de Londres (here I go again)



Londres no es un ciudad. Londres es mi religión. La primera ciudad que hice mía, mucho antes que Madrid. La ciudad en la que respiré adolescencia y en la que no me sentí un bicho raro. La ciudad en la que me casé. Volver a Londres siempre ha sido una necesidad vital que no puedo dejar de colmar de cuando en cuando. Y creo que si juntamos las horas y los días que he pasado en ella, es probablemente mi segunda casa.

Me he mudado varias veces dentro de ella, durante años he sido fiel al mismo barrio, asentando mi campamento como base de operaciones y exprimiendo el barrio al máximo. Comencé, creo que como casi todos, por Paddington, Queensway y Notting Hill. He pasado por Marylebone y le cogí cierto gusto a Mayfair, sobre todo en visitas con padres.  Aunque en el barrio en el que más veces he pernoctado  y que ha sido mío por 6 o 7 años es Bloomsbury en toda su extensión -hacia Russel Sq y el British Museum, hacia Covent Garden, sobre todo en Seven Dials o hacia Camden Town, en cuyo ayuntamiento estuvieron colgadas mis amonestaciones matrimoniales-.



Ultimamente estoy nómada y no acabo de asentarme. Tengo esa sensación de que necesito nuevo barrio. Cuando uno está demasiado lleno de turistas, o es demasiado pijo, o es demasiado hipster o hay demasiados banqueros.... empieza a entrarme claustrofobia y necesito buscar destino nuevo.

Mi último barrio desde hace 3 años (al que le pongo los cuernos de vez en cuando) es Chelsea. Alquilé un apartamento durante un mes hará un par de años en Sloane Square. Me levantaba temprano, llevaba a mi hija a clases de ingles y volvía a hacer la compra o a clases de lo que fuera... mis vacaciones o son así de activas o muero de aburrimiento. Me gustó, supongo la belleza del barrio y la pseudo tranquilidad y allí he vuelto las ultimas veces. En el piso de Tite Street con Royal Hospital Rd pasé mi última Semana Santa y creo que pasaré la próxima. Los paseos en bici calle arriba calle abajo me fascinan. Me gusta cotillear desde fuera la mansión de Hugh Grant (la descubri por casualidad en bici y el armario de guardaspaldas me hizo saber que no era welcome -estaba lloviendo y aparqué bajo su arbol hasta que escampara- no sirvió de nada decirle que no tenía ningun interés en este señor), las tiendas de King's Road, el mercado orgánico de comida y flores al lado de Doverhouse, el maravilloso y único Jardín Botánico de Chelsea (mi jardín favorito de Londres), el vecino de abajo, Gordon Ramsey (la casa está sobre su primer restaurante y una taberna informal que abrió después) o la cercanía del 606 Jazz Club, donde siempre hay buena música, en Lots Road junto al Chelsea Harbour.


Aunque desde luego lo que hace que mi barrio de Londres sea mi barrio, es sobre todo la pertenencia al Pub Local. Y my local pub es un Geronimo's Pub. Lo más de lo más. Una monada de sitio, con sofas de estampado de peonías rosas y hortensias color visón. Con señoras de melena blanca que toman una cerveza mientras sus galgos gris acero descansan bajo la mesa cuarteada de pintura blanca. Donde un montón de guapas y guapos a lo Pippa Middleton toman una copa de vino o un trozo de tarta con tenedor de alpaca... Me encanta sentarme en The Surprise y ver la vida pasar, tomar unos huevos para desayunar o un pastel de pollo, bacon y champiñones.


También me gusta la maravillosa perfección de los paquetes de vegetales baby del super de abajo. Me lo compraría todo (suelo llenar la nevera hasta reventar): calabacines baby, zanahorias baby, hinojo baby (lo mío con el hinojo es pasión), puerros baby.... preciosos, limpios, pequeños, perfectos. Me los como recien salidos del paquete sin aliñar. Y luego esa seleccion de pollo tandoori asado y especiado, perfecto para poner sobre una ensalada. Y el pan ingles, la mostaza y el raddish.... y el salmón, y la mantequilla...

Ultimamente me escapo de Chelsea y acabo en Shoredicht, no se todavía si me gusta lo suficiente para mudarme, pero sí para escaparme de compras y al cine. Porque en Shoredicht hay unos maravillosos cines donde cenas en sofás orejeros mientras ves la peli con tu mantita. Demasiado hipster tal vez. O tal vez hacia Primrose Hill, donde si hay un buen mix de gente y los turistas ya son anecdota. Los picnics allí son maravillosos oteando el skyline de la ciudad (desde la colina se ve el London Eye). ¿Os he dicho que me he cruzado 3 veces con Tim Burton? No se lo que tenemos él y yo pero me temo que somos una especie de media naranja en la distancia, al menos en lo que a barrios, restuarantes y paseos se refiere. Me he prometido a mi misma que la próxima vez le comentaré esta extraña coincidencia que me ha llevado incluso a Nueva York.

Ya sueño con mi bici y el picnic. Y en un día de sol rodando por las calles de Londres en Semana Santa detrás de mi marido, que como siempre, se preocupa en exceso por si me pego un trompazo de los míos o me cargo un par de ancianos paseando, o acabo debajo de uno de esos taxis que tanto me gustan. Mi capacidad de ensoñación llega a límites insospechados en esta ciudad.


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The Surprise
6 Christchurch Terrace, Chelsea,
London SW3 4AJ
020 7351 6954

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