Primer día en Roma.-
La verdad es que con retraso pero hemos cumplido el plan. Paula y yo estamos machacadas, Andre, el gracioso, se ha ido a echar una siesta y eso... no vale!
En el hotel nos han hecho esperar lo indecible así que nos hemos ido directos a comer a Maccheroni. En cualquier otro lugar del mundo no me metería ni loca en un italiano con ese nombre pero aquí vamos recomendados por Federica Barbaranelli -romana hasta los huesos-. El sitio es una trattoria tradicional, con sus turistas, con sus mesas en la calle, con sus camareros tatuados que chapurrean en cinco idiomas cualquier plato de la carta y asustan a las pobres americanas que tímidas y en grupo piden mesa.
Pedimos unas carciofi alla romana y 3 pastas que fuimos rotando para sorpresa de nuestros compañeros de terraza. Mi italiano despierta del letargo por momentos y me voy soltando, aunque no se si soy yo o el barolo y la pasta.... Los camareros son atentos y descarados, divertidos. Parece que tuvieran el objetivo de cuadruplicar las mesas. Es sorprendente como en menos de 3 minutos la mesa de al lado pasa de tener una familia alemana a estar llena de porquería, tener cubiertos limpios y una pareja de turistas franceses a estrenar. Nosotros nos lo tomamos con calma, lo del dolce far niente llega a su maxima expresión en Roma y nosotros tenemos entrenamiento. Roma es el lugar ideal para tener 20 años y venir con amigas, sentarse en cualquier plaza a mirar un monumento (sea de piedra o sea de carne y hueso) tomar algo en una terraza, pasar la tarde, pasar el día y comer barato y bien, con la seguridad de que lo más terrible que pueda ocurrir es que te roben la cámara de fotos o el corazón.
Después de comer nuestras 3 pastas: la típica romana matriciana, una al pesto y unos raviolone con fiore di zuca... ha llegado EL TIRAMISU.... el único y espectacular. Y os puedo decir sin reservas que el mejor que he probado en mi vida. hago tiramisú desde hace años, como tiramisú desde hace décadas, muero por el tiramisú y confieso (creo que esta en el blog) que he hecho incluso un curso de tiramisú con Andrea Tumbarello (y su tiramisú, como diría mi amiga Paloma Mathern, sucks). Esto es un TIRMISU... a lo bruto, con un mascarpone de la leche. La complejidad de lo sencillo - así se resume Italia para mí-. El dolce far niente y el caos organizado. Una escalinata y un gelatto. Siempre hay una calle por descubrir, un monumento al que mirar, de esos de piedra o de carne y hueso....
Ristorante Maccheroni
Piazza delle Copelle 44
Roma. Tel: +39 06 683 07 895
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1 comentario:
OooooooOOOOoooooooOOoooH, mi tiramisú adorado!
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